Los investigadores descubrieron que, al administrar una vacuna, las células inmunitarias especializadas, llamadas macrófagos, se preparan dentro de los ganglios linfáticos. Estos macrófagos dirigen la ubicación de los linfocitos B de memoria para que respondan con mayor eficacia a la dosis de refuerzo cuando se administran en el mismo brazo.
Los hallazgos, realizados en ratones y validados en participantes humanos, proporcionan evidencia para refinar los enfoques de vacunación y ofrecen un nuevo enfoque prometedor para mejorar la efectividad de la vacuna.
“Este es un descubrimiento fundamental sobre cómo el sistema inmunológico se organiza para responder mejor a las amenazas externas: la naturaleza ha creado este brillante sistema y apenas ahora estamos empezando a comprenderlo”, afirmó el profesor Tri Phan, director del Programa de Inmunología de Precisión en Garvan y coautor principal del estudio.
El estudio clínico valida los hallazgos #
Para determinar la relevancia de los resultados en animales para las vacunas humanas, el equipo del Instituto Kirby realizó un estudio clínico con 30 voluntarios que recibieron la vacuna de ARNm contra la COVID-19 de Pfizer-BioNTech. Veinte participantes recibieron su dosis de refuerzo en el mismo grupo que la primera dosis, mientras que 10 recibieron la segunda dosis en el grupo opuesto.
“Quienes recibieron ambas dosis en el mismo grupo produjeron anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 significativamente más rápido, durante la primera semana después de la segunda dosis”, afirma la Sra. Alexandra Carey-Hoppé, coautora principal y estudiante de doctorado del Instituto Kirby.
“Estos anticuerpos del mismo grupo también fueron más eficaces contra variantes como Delta y Ómicron. A las cuatro semanas, ambos grupos presentaban niveles de anticuerpos similares, pero esa protección temprana podría ser crucial durante un brote”, afirmó la Dra. Mee Ling Munier, coautora principal y líder del grupo de Inmunogenómica de Vacunas del Instituto Kirby.
Si ha recibido la vacuna contra la COVID-19 en diferentes brazos, no se preocupe: nuestra investigación demuestra que, con el tiempo, la diferencia en la protección disminuye, señalaron los investigadores. Pero durante una pandemia, esas primeras semanas de protección podrían marcar una enorme diferencia a nivel poblacional. La estrategia de vacunación en el mismo brazo podría ayudar a alcanzar la inmunidad de grupo más rápidamente, lo cual es especialmente importante para virus de mutación rápida, donde la rapidez de respuesta es crucial.
Mirando hacia el futuro #
Más allá del potencial para refinar las pautas de vacunación, los hallazgos ofrecen una vía prometedora para mejorar la eficacia de las vacunas. “Si logramos comprender cómo replicar o mejorar las interacciones entre las células B de memoria y estos macrófagos, podríamos diseñar vacunas de nueva generación que requieran menos dosis de refuerzo”, afirmó Phan.
- Esta investigación contó con el apoyo del Consejo Nacional Australiano de Investigación Médica y de Salud.
El profesor Tri Phan es profesor adjunto en la Escuela Clínica St. Vincent, Facultad de Medicina y Salud de la UNSW Sídney.